Hoy día de los difuntos, recordamos también a D. Manuel Romero que fue párroco del Risco durante unos cincuenta años. Datos sacados del libro de D. Simón Pérez Reyes: Sacerdotes de la Diócesis de Canarias (Siglos XVIII – XXI), Las Palmas de Gran Canaria 2012, 390-391.
Romero Sánchez, Manuel (Ingenio, 1908 – 1995, Las Palmas de G. C.). Recibió el presbiterado en 1935; coadjutor en las parroquia de San Ginés de Arrecife (1935-37); ecónomo de Santo Domingo de Guzmán de Juncalillo (1937-39); ecónomo de San Nicolás de Bari en Las Palmas de G.C. (1939-79); administrador del Seminario de la capital grancanaria (1943-49); jubilado siguió viviendo en el barrio de San Nicolás.
Según expresión del sacerdote Cabrera Vélez, don Manuel era un hombre alto y enjuto como una caña de bambú que llevaba el apelativo de Caña dulce porque regalaba a los niños de catequesis trozos de la popular caña dulce. Pasó más de cuarenta años en el popular Risco de San Nicolás al que llegó en 1939 y aunque al principio recibió incomprensiones, con su tesón y buen hacer se fue ganando a sus habitantes, trabajando de manera especial con los niños y jóvenes hasta crear una parroquia viva y con entusiastas colaboradores y participativa a través de organizaciones apostólicas de la época (Hijas de María, Acción católica).
Se desvivió por dar soluciones a los muchos problemas sociales del barrio y todavía se recuerda el solar que ofreció la parroquia para la construcción de viviendas sociales, que se llamaban popularmente las Casas del cura y que es el fruto de su amor a los pobres. Promovió la devoción a San Nicolás y en su tiempo, todos los lunes, muchas personas acudían a la ermita a pedir solución a sus angustias. Logró un solar para que en el futuro se construyeran unos locales parroquiales.